Como lo dice la historia, las primeras Bodegas fueron pequeñas posadas junto a las estancias. Las primeras bodegas mendocinas datan del siglo XVI, épocas donde la conquista entregó los primeros cepales.
Los jugos de las pisadas fueron eran el néctar que emanaba de la uva. Este fruto poderosísimo, cargaba consigo los ingredientes de todo un año de trabajo y la elegancia de los vientos secos mendocinos.
El vino, acompañó las celebraciones religiosas, las cruzadas sanmartinianas, y fue la primera actividad económica, de excelencia por estos pagos.
Recorrer la “cuna del vino y el olivo” constituye una experiencia renovadora, impregnada de sabores, tranquilidad y entretenimiento.
Complejos de alta gama con el glamour de la ciudad, la iluminación y el deleite. El centro comercial, ubicado en el corazón del Departamento combina variedades de productos, artesanías, espacios para el entretenimiento, cines y teatros. El elegido es el Cine Imperial, patrimonio cultural y arquitectónico, recientemente inaugurado. Este espacio cultural, que abrió sus puertas totalmente renovado, ofrece variedad de presentaciones artísticas con lo mejor del cine, ciclos debate, café literario, obras de teatro y un despliegue escenográfico sin igual.
En lo que concierne a alojamiento, el visitante podrá encontrar lugares adaptados a sus gustos y necesidades. Hoteles, hostels, posadas y cabañas.
Cerca del movimiento o cerca de la tranquilidad campestre, la oferta hotelera es variada. Precios para cada bolsillo y lugares para esas escapadas renovadoras.
Hablar de Maipú es hablar de sabores extraordinarios. Es mezclar platos caseros y delicias de aromas frutados, todos ellos con el acompañante infaltable: los vinos más exquisitos de estas tierras.
En cada visita, el turista podrá degustar de las materias primas elaboradas con la más alta calidad. Mermeladas caseras y conservas, variedades de vinos artesanales e industrializados; pero todo ello en los estándares de mayor calidad, para percibir toda la historia y toda la tradición de la cuna del vino y el olivo.
Cada visitante se lleva consigo una placentera sensación de bienestar, pero más aún, una sensación de haberse contagiado de esa identidad y sentirse parte de este pueblo. Sentir Maipú es sentir vida entre viñas, cultura en palabras, e imágenes mentales que se convertirán en los recuerdos más especiales de quien lo visite.
https://web.spoter.com.ar/qr/code/15