Ubicado en la zona de Agua Botada, al sur de Malargüe, este emprendimiento turístico-cultural ofrece una experiencia que combina patrimonio arqueológico y turismo rural vivencial. Los visitantes pueden conocer antiguos grabados rupestres y disfrutar de una propuesta gastronómica basada en recetas tradicionales campesinas.
La oferta incluye platos típicos como chivito malargüino asado, tortas fritas, pan casero, dulces regionales, guisos criollos, locro y empanadas, preparados al fuego y servidos en un entorno rústico y acogedor. Una experiencia que conecta sabores autóctonos, saberes ancestrales y la historia viva del territorio.