Proyecto gastronómico integral que combina cocina artesanal, agricultura regenerativa y bienestar animal en un entorno rural de Mendoza.
El restaurante trabaja bajo el modelo de “kilómetro cero”, con productos provenientes de su propia huerta orgánica, olivar y viñedos, garantizando trazabilidad y frescura.
La propuesta se completa con una granja de animales rescatados y espacios educativos que promueven el consumo responsable y el respeto por el entorno.