El Gobierno de Mendoza, en articulación con la Universidad Nacional de Cuyo y su par de San Luis, trabaja en un proyecto de rescate patrimonial y conservación.
El cerro Tunduqueral se encuentra a siete kilómetros de la villa de Uspallata y forma parte del Sistema Vial Andino, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2013. En él se hallan testimonios de actividades humanas del pasado y es considerado como patrimonio arqueológico, por su riqueza cultural. Su particularidad radica en la existencia de más de 400 figuras grabadas, en 22 soportes rocosos.
Los petroglifos que se encuentran en este sitio son manifestaciones culturales visuales, entendidas como la materialización de situaciones de la vida cotidiana, a través de figuras y composiciones complejas, que nos relatan la presencia incaica en Mendoza y que integran el Sistema Vial Andino.
Horacio Chiavazza, director de Patrimonio Cultural y Museos del Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza, señaló la importancia del trabajo colaborativo en este tipo de proyecto y señaló que “el cerro Tunduqueral es un sitio emblemático del pasado prehispánico regional y es de interés de la Dirección Provincial de Patrimonio trabajar en aspectos vinculados a su conservación, pero sobre todo a la investigación y conocimiento que se puede obtener. En este caso particular, bajo la implementación de nuevas tecnologías. El equipo de investigaciones locales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCuyo viene encarando un proyecto de investigación que ha articulado con la Universidad Nacional de San Luis, a los efectos de mejorar la percepción y las experiencias que pueden lograrse en el conocimiento de este sitio”.
El proyecto no solo tiene valor en tanto a la conservación de patrimonio y comunicación, sino que el registro visual del cerro Tunduqueral será trasladado a un sistema virtual en 3D, que se utilizará para difundir a la comunidad estos espacios con arte rupestre.
El doctor en Arqueología y director del proyecto, Guillermo Heider, afirmó que el equipo de especialistas trabaja en el sitio con la utilización de dos drones, porque “la idea es hacer un relevamiento en tres dimensiones, dos cámaras de alta calidad, para relevar los paneles y micrófonos de ambiente, porque en definitiva lo que nosotros intentamos es volver al sitio en el estado prehispánico. Entonces, necesitamos tener el mejor detalle de imágenes para hacer la reconstrucción luego en el laboratorio”.
Puntualizando sobre su tarea, Heider comentó: “Trabajo en la Universidad Nacional de San Luis, soy arqueólogo y director de un proyecto multidisciplinario que ganamos el año pasado. Es un proyecto que entrega Nación y se denomina ‘Cultura Científic’, y venimos a relevar arte rupestre como ya lo hicimos en Mendoza y en San Luis. El proyecto propone hacer realidad virtual para el sitio y presentarlo en los museos de la ciudad”.
Por su parte, Erik Marsh, doctor en Arqueología e Investigador, destacó: “Desde hace algunos años estamos acá con un equipo grande investigando alrededor del cerro, para entender un poco más a las personas, a la gente que hizo este arte rupestre. Al lado del sitio también tenemos un alero y evidencias en superficie de que acá la gente vivía y también hacía arte. Este proyecto hoy lo estamos haciendo como para entender un poco más esas actividades y cómo ellos usaron el espacio e interactuaron con el paisaje”.
Parte del proyecto lo integra Ramiro Rezzano Klement, productor de UNSL TV, ya que involucra diferentes equipos de trabajo. En relación con su rol, destacó: “Me toca representar y coordinar la parte del canal de la Universidad Nacional de San Luis, ya que todo proyecto que nos vincule con la comunidad y con diferentes equipos de trabajo es lo que buscamos. Además, este es un proyecto que cuenta con financiamiento y tiene un potencial enorme, en tanto a conservación de patrimonio y comunicación. Es ideal para nosotros y estamos muy contentos. Esta es la última etapa de registro de las áreas con arte rupestre y ya todo el trabajo que queda es en canal, con el montaje y armado de la malla 3D, para poder después hacer la experiencia de ponerse el casco y recorrer estos espacios con arte rupestre de manera virtual”.
Sobre la aplicación y alcance de este trabajo, se destaca que, desde el diseño del proyecto está pensado que estos cascos de realidad virtual puedan instalarse en tres museos, uno en San Luis, otro en Mendoza y el último en La Rioja. Pero además tiene muchas posibilidades de adaptabilidad y proyección, porque no solo se puede usar con estos cascos en un lugar específico sino que después se pueden utilizar en celulares, tablets e incluso montar museos móviles que se trasladan por diferentes puntos de la provincia. El potencial de crecimiento de este proyecto es enorme.