Comenzó la expedición de reconocimiento del Sendero de Gran Recorrido

Como lo anunció el Gobierno provincial, sigue avanzando el desarrollo de este importante hito para el turismo local. Durante 39 días, 80 expedicionarios realizan la demarcación, señalización y relevamiento arqueológico del Sendero de Gran Recorrido de los Andes.

El viernes 3 comenzó la concreción de un proyecto que lleva 30 años y que nació a partir de los relatos de arrieros y baqueanos que describen lugares mágicos que se esconden en el corazón de nuestra cordillera.

La presidenta del Emetur, Gabriela Testa, comentó que el Sendero de Gran Recorrido de los Andes, relacionado con el turismo de naturaleza y de aventura, forma parte de un programa de desarrollo de nuevos productos turísticos, que incluye además la iniciativa Vivencias Mendocinas, en este caso, vinculada con experiencias de turismo rural y gastronómico. Además, aclaró que ambas propuestas son accesibles para diversos segmentos y que el Sendero incluye también circuitos de baja dificultad.

“Venimos trabajando con diversos actores del sector público y privado para brindar a mendocinos y turistas nuevas experiencias. Mendoza tiene la fortuna de contar con el tramo más alto de la cordillera de los Andes y siempre se vinculó a la montaña con el corredor andino de la Ruta 7, que es solo una pequeña parte de esta cordillera, ya que son 500 los kilómetros de cordillera que recorren de norte a sur la provincia. Este proyecto viene a poner en valor toda esa longitud”, agregó Testa.

“Este proyecto se ve reforzado con la recientemente aprobada Ley de Régimen de Montaña y de relieves especiales y su respectivo decreto reglamentario, que ya fue firmado por el Gobernador Cornejo. Esta norma permitiría no solo la tarea que se está haciendo ahora de demarcación sino también, en el futuro, facilitar la dotación de bases operativas que permitan el disfrute de andinistas y otro tipo de público”, finalizó Testa.

Por su parte, el director de Desarrollo Turístico e Innovación, Marcelo Reynoso, puso en relieve el hecho de que el Sendero de Gran Recorrido se trabaja de manera mancomunada con diversos referentes públicos y privados y con técnicos del Emetur. El funcionario agregó que las expediciones que comenzaron este viernes 3 han sido financiadas por el ente.

“El sendero cuenta con su propio sistema de comunicación y, tras la etapa de capacitación, hemos comenzado la expedición que permitirá comenzar a disfrutar de esta gran propuesta para mendocinos y turistas. Con posterioridad, se realizará el reconocimiento del tramo que va desde El Pehuenche hasta el río Barrancas, en el límite con la provincia de Neuquén”, detalló Reynoso.

Incentivo a las inversiones

Recientemente, el Gobierno de Mendoza reglamentó la ley que creó un régimen especial de beneficios para atraer inversiones en zonas turísticas, áreas que tienen importantes atractivos naturales. La iniciativa exime del pago de los impuestos Inmobiliario e Ingresos Brutos por 5 años a las nuevas inversiones en zonas específicas, además de otorgar a los privados aportes no reembolsables o con sistema de recupero para financiar las obras.

La Ley 9584 fue sancionada por la Legislatura en octubre y el 31 de diciembre de 2024 se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 2777, firmado por el Gobernador Alfredo Cornejo, quien reglamentó el Régimen de Promoción de Inversiones para el Desarrollo Sostenible de diferentes zonas turísticas de la provincia. Estas han sido identificadas con los nombres de Montañas, Oasis Uspallata, Piedemonte Uspallata, Norte Precordillera, Sur Macizo San Rafael, Sector de Huayquerías y Payunia.

Nace la aventura

Hace cinco años, un grupo de montañeses empezó a explorar los cerros cercanos y comenzaron a conocer los sitios de los que habían escuchado históricamente. Esto retomó un viejo proyecto: unir Punta de Vacas con Laguna del Diamante, pero se fueron sumando otros hitos y el sendero llegó hasta Malargüe.

Esta idea de un grupo de amigos se transformó en un proyecto colectivo, que incluye grabar un documental y trabajar en conjunto con el Estado provincial para generar un impactante producto turístico, que permita conocer nuestras montañas de norte a sur.

Ricardo Funes, montañista y uno de los creadores de este proyecto, comentó que a este sendero “le llamamos el de los confines, porque sale del Camino del Inca y llega al paso Pehuenche. Es la columna vertebral con la que nosotros proponemos desarrollar toda la montaña de Mendoza”.

Por su parte, Gerardo Castillo, guía de Alta Montaña y miembro de la expedición, remarcó que este sendero pertenece “al extremo sur del Camino del Inca, en el corazón de la cordillera de los Andes, en el pie de la montaña más alta de América. La geografía caprichosa abre un tajo profundo entre la cordillera, del límite y la cordillera frontal. En esos valles fluyen los ríos más importantes de esta parte del mundo y por esos ríos transitaron también los primeros pobladores de América, dibujando una senda”.

“Las expectativas son tremendas. Es devolver esa historia a nosotros los mendocinos y poder mostrarle al mundo estos rincones ocultos, porque sabemos que si hay algo que no se conoce, no podemos cuidarlo”, agregó Castillo.

“La magnitud del Sendero de Gran Recorrido de los Andes requiere del acuerdo de distintas organizaciones interdisciplinarias, desde el Gobierno de Mendoza, a través del Emetur y la Dirección de Recursos Naturales Renovables, hasta diferentes municipios, el Ejército Argentino, organismos vinculados a la arqueología, las escuelas de guías de montaña y diversas asociaciones, entre otras, para poder hacer un desarrollo integral y llegar a los estándares de calidad de proyectos similares a nivel mundial”, finalizó el guía.

Juan Martín Esquiapa, guía de Alta Montaña, aclaró que el sendero “presenta cuatro tramos bien diferenciados. El primero, que es el que empieza en Punta de Vacas y termina en el Real de la Cruz, es el que está más caracterizado por la Alta Montaña. De hecho, tiene un paso de 5.200 metros desde el hombro sur del volcán Tupungato y toda la senda o todo el sendero discurre entre el valle del río Tupungato y el valle del río Turullano, con sus correspondientes morenas y glaciares de escombros que todavía están ahí. Con lo cual hace un sendero que tiene que tener como característica del caminante un buen pie montañés, conocimiento de la montaña y, lo mejor, que está acompañado siempre de guía para resolver básicamente asuntos que están relacionados con los ascensos o la altura y dejar a salvaguarda la seguridad de los caminantes”.

La etapa 2, que es la que va del Real de la Cruz en Tunuyán hasta Laguna del Diamante, presenta una característica especial en cuanto a la necesidad de conocimiento de navegación. El terreno es muy parecido y se cortan los valles.

La etapa 3, llamada la de las dos lagunas, porque une la Laguna del Diamante con la del Atuel, está caracterizada por los ríos. El cruce de todos los ríos se convierte en el verdadero elemento técnico a sobrepasar y a sobrellevar a lo largo de esa etapa.

La última etapa es la que va desde El Sosneado hasta el Valle Noble y las Loicas. Se trata de la más patagónica. Hay un cambio enorme en la morfología de las montañas. La altura media es muy inferior a la de las primeras etapas. Y, fundamentalmente, vuelve a ser el agua el principal elemento técnico a pasar, porque hay grandes volúmenes de agua discurriendo por todos lados y ríos de mucho caudal.