Se desempeña, actualmente, en el maravilloso Espacio Monteviejo, restaurante homónimo del establecimiento vitivinícola instalado en el corazón del Valle de Uco mendocino.
Nadia es una referente indiscutida de la enogastronomía de nuestra provincia. Esta mujer con 16 años en el rubro considera como idea central que en la propuesta de bodegas, lo primero que se selecciona es el vino y se arma un plato en función de esa bebida y el resto de los vinos, en el caso de menú degustación con maridajes.
Asegura que, desde hace más de una década, el cambio en el ámbito vitivinícola ha sido muy grande. “Más allá de la calidad, siempre encontré vinos mucho más que interesantes. Al día de hoy, la variedad es enorme. Ya no hablamos únicamente de Malbec, sino de muchas expresiones del mismo, blends, otros varietales, no sólo tintos, mucho blanco, espumante. Es enorme el juego que se da gastronómicamente.”
En relación al orden del maridaje, considera que se debe tener en cuenta “no sólo el vino, el orden de los mismos, el número de vinos a degustar. Definitivamente, en una bodega, el vino dirige”.
“Al principio, en 2006, casi era una sorpresa el maridaje. Pienso que actualmente el público conoce mejor, se encuentra más cómodo, se deja guiar en disfrutar la experiencia y generar recuerdos.”
Mendoza nos propone una experiencia que, cuando se cuenta, no se alcanza a expresar plenamente. Propone una estimulación constante de los sentidos. El aire y el sol acarician. Los paisajes emocionan. La música de las alamedas se compone con alguna guitarra, a lo lejos. Los aromas llegan desde un plato con carnes, olivas y verduras de estación y el sabor de un buen vino la convierte en inolvidable.