Cada semana, se comercializan allí productos frescos, conservas, miel, chacinados, aromáticas y otras elaboraciones con identidad territorial. El mercado no solo promueve el consumo responsable y de cercanía, sino que también se ha consolidado como un punto de encuentro entre comunidad, saberes rurales y producción sustentable. Un paseo ideal para conocer sabores auténticos y apoyar las economías regionales.