Las bodas de destino se diferencian de las locales por tratarse de una experiencia en la que se involucran no sólo actores o proveedores relacionados a la boda misma, si no también áreas de hotelería, excursiones y traslados. Es decir que la propuesta actual incluye un diseño alto en personalización, logística de viajes y alojamiento, y asesoramiento continuo online y presencial.
Los novios eligen Mendoza y reciben a sus invitados, también del exterior, y suelen permanecer entre 3 a 7 días. Aprovechando además de asistir a la boda, para conocer la provincia dentro de un marco de vacaciones (sugerencia que se les hace desde la organización para optimizar la inversión en los pasajes aéreos).