La tradición local sostiene que el árbol figura en la escritura de esas parcelas y, con el tiempo, se volvió emblema cívico del departamento: un punto donde el patrimonio sanmartiniano, la memoria agrícola y la identidad de los vecinos se entrelazan. A pocos metros, el Museo Histórico Las Bóvedas recuerda la vida doméstica del Libertador en la zona y completa el marco patrimonial del conjunto.
La plaza fue puesta en valor con obras y piezas escultóricas —como los frisos de Mario Valdivia— que evocan distintas facetas del general. Además, el lugar se consolidó como puerta de entrada a los “Caminos/Ruta del Olivo” de San Martín, un circuito que integra almazaras, degustaciones y experiencias oleoturísticas, con presentaciones y actividades que han tenido a la plaza como escenario.
Hoy, el sitio también se articula con el Pasaporte Nacional Sanmartiniano: una iniciativa federal presentada en Mendoza que invita a recorrer y “sellar” 83 sitios certificados por el Instituto Nacional Sanmartiniano, fomentando el turismo cultural y la educación histórica.